Ante todo pido disculpas por mi intermitencia, ya les conte que soy así en general, pero creo que últimamente estoy exagerando. Se acerca fin de año, y es como que nos agarra el ataque por hacer todo, y dejar todo listo como si...el mundo se terminara el 31/12. luego de una resaca te despertas el 1/01 y te das cuenta que sigue todo igual, quizá con la diferencia que hiciste una lista con las cosas que tenes que mejorar, los logros de año, empezas a pensar en las próximas vacaciones (no las que te vas a tomar en los días siguientes)...y así el año arranca y nosotros con el, arrancamos a pensar en todo lo que nos gustaría que pase.

Pero he aquí una sugerencia:

Aclaro que no soy una experta, y que nada de lo que voy a escribir a continuación lo invente yo, clarísimo.

Cuando nos concentramos en el día a día, la intensidad de la vivencia es mas alta, hoy hago esto, y esto y esto, y al finalizar el día tenes la alegría, de haber hecho todo, que no es poco. Si!!!!! todo!!! En ese momento mi falsa creencia que dejo todo por la mitad desaparece!!!! Un punto para mi.

por otro lado la planificación a largo plazo, no deja de generarte ansiedad, y trastornos, si de golpe, una nube aparece y se posa sobre nosotros, impidiendo cumplirlo a rajatabla.

no te estoy diciendo que planificar es malo, pero... que nuestra vida no sea un manual de instrucciones porque creanme que no dejar lugar a la espontaneidad es un error garrafal diría mi abuela.

Por ultimo y para no aburrirme de mi misma, no les parece que planificar es controlar demasiado. que necesidad de tener tooodo controlado, cuanto mas control mas miedo a lo espontáneo, relajemos! no sabemos que hay a la vuelta de la esquina!